El pasado jueves Apple anunció una noticia que puede ser el principio de una revolución en nuestro concepto del cine. El gran gigante informático ha llegado a un acuerdo con las principales compañías cinematográficas, para que las películas sean distribuidas simultaneamente en DVD y por su servicio de venta iTunes.
Con más de 6.000 millones de temas musicales vendidos a través de ese servicio, lo que le convierte en el líder de la venta de música digital, Apple quiere acaparar también la venta digital del séptimo arte. Con este acuerdo se pretende realizar un ataque frontal a los principales puntos de venta online de filmes como Amazon o Netflix.
Parece claro que la industria cinematográfica ha visto que es mejor tener a la informática como aliado que como enemigo, por lo que parece un acuerdo para sobrevivir a la gran crisis que vive el ocio en general debido a las redes P2P. La reducción del volumen de venta de los DVDs y el nuevo formato BluRay que no termina de encandilar al público provocan medidas desesperadas.
Como era de esperar, tanto las tiendas de venta tradicionales como los cines han puesto el grito en el cielo, viendo como el nuevo acuerdo puede significar el fin de sus negocios.
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