Desde hace tiempo en EEUU se utiliza un sistema para abaratar los costes del uso de una compañía telefónica de la red de otra, cuando se realizan llamadas entre clientes de distintas compañías. Con este sistema, la operadora cobraría a sus clientes propios y no gravaría las llamadas de los clientes de otros operadores.
Este sistema es el que se ha llegado a plantear la comisaría de Telecomunicaciones de la UE, Viviane Reding: «¿Por qué no? Todo el mercado está evolucionando, así que nosotros no debemos seguir con las reglas que han estado en vigor 10 años».
Aunque en un principio suene raro, este sistema ha llevado a una reducción de precios de las tarifas de terminación, que ha terminado favoreciendo a los clientes estadounidenses. Aún así, la experiencia en diversos campos con las compañías de telecomunicaciones europeas no nos permite ser excesivamente optimistas al respecto.
Con este sistema, Bruselas pretende equilibrar las grandes diferencias de tarificación entre los distintos paises de la Unión. Para ello está planteando un modelo de tarificación alternativo, que tiene previsto someter a consulta pública antes de Julio.
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